Los
acontecimientos sucedidos el 26 de septiembre del 2014 en guerrero muestran el
descontrol social y la ausencia de la aplicabilidad de los
derechos humanos en el estado
mexicano. Donde 43 estudiantes de la
normal fueron fuertemente violentados y
desaparecidos, sin una justificación valida: se llegó a la conclusión de que
los estudiantes fueron confundidos con narcotraficantes y fueron cremados en el
basurero de Cocula Guerrero.
Sin embargo ante estos sucesos, la
Comisión Interamericana de los Derechos Humanos investigo este caso,
desmintiendo el cierre del caso, pues las razones para admitir que los 43
estudiantes fueron incinerados en el basurero de Cocula no son suficientemente
válidas. Por lo tanto la búsqueda de los estudiantes debería seguir en pie.
En el contexto que está viviendo nuestro
país, los acontecimientos ocurridos en Ayotzinapa fue la gota que derramo el
vaso. Múltiples casos como:
desapariciones, fosas clandestinas, secuestros
en distintos estados de la república Mexicana .Ayotzinapa represento
este escenario hostil que vive la
población, en marco cada uno de los rostros de los desaparecidos e inserto el deseo de justicia en los
mexicanos. Es llamado crimen de estado, pero habría que preguntarnos ¿Quién es
el estado? Si lo conformamos todos o
solamente el gobierno.
Este acto de
violencia de las autoridades del estado de guerrero hacia los 43 estudiantes no
fue previsto, ni una conspiración, todo parece indicar que fue un acto
contingente, las fuerzas armadas se mostraron incompetentes y fue la manera en
la que pudieron “resolver la situación”, el estado es el único que puede hacer
uso de la fuerza. Aunque los
acontecimientos del 26 de septiembre del 2014 parecen un hecho contingente el
problema no se queda allí, el problema trasciende, la república mexicana se
encuentra en un estancamiento del cual
no ha podido salir desde la década de los sesenta.
Desde el gobierno de Díaz Ordaz la represiones han sido parte constante de la resolución de
problemas sociales, la desaparición forzada se ha vuelto el has bajo la manga preferido
del estado mexicano, la llamada guerra sucia que ha dejado miles de
desaparecidos, todos han quedado en el olvido, ciudadanos sin derecho, sin
rostro, olvidados por la historia. Lo
que se podría concluir, es que se ha vuelto una forma sistemática de proceder,
toda una cadena causal, pues la desaparición forzada no es estrictamente un
delito, no está tipificada ¿A quién le podremos llamar culpable? Tal vez la
democracia no es la forma de gobernar que se ajusta a las necesidades del país,
necesitaríamos una restructuración social y política, los estratos de la
sociedad están muy desgastados.
A la manera de Ross el derecho, todo el
aparato normativo se debe identificarse con los hechos sociales imperantes, el
derecho no es una cuestión abstracta, sino por el contrario, tiene que estar
apegado al hecho social. Si la
desaparición forzada no está tipificada en México y se recurre constantemente a ello, se podría
presuponer que no es un delito, pues mientras no exista una ley que lo avale
como tal, mientras tanto se seguirá haciendo uso de este recurso, que viola
toda clase de derecho. Esto es una total contradicción cuando se supone que es
el estado el que se encarga de hacer validos los derechos a los ciudadanos,
pero es el mismo quien los violenta pasando por encima.
http://mexico.cnn.com/nacional/2015/09/06/la-verdad-historica-del-caso-ayotzinapa-se-desmorona-con-el-informe-cidh
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