martes, 4 de septiembre de 2018

REALISMO



MARCO HISTÓRICO Y CULTURAL
Aspectos políticos, económicos y sociales. La literatura realista se da en la segunda mitad del siglo XIX, una época en la que los gobiernos progresistas consagraron derechos democráticos e impulsaron reformas. Es el tiempo en el que se consolida el estado liberal y la burguesía. También es ahora cuando se desarrollan las organizaciones obreras.

DEFINICIÓN Y ORIGEN
El Realismo surge como un movimiento opuesto al Romanticismo e intenta trasladar la realidad al arte, es decir, representarla lo más fielmente posible y con el máximo grado de verosimilitud. El Realismo surgió en la Francia de la primera mitad del XIX. Se inició con autores como Balzac y Stendhal, y se desarrolló con Flaubert. En España, el inicio realista coincidió con acontecimientos históricos capitales.  Surgió hacia 1870, después de La Gloriosa‖, y tuvo su apogeo en la década de 1880. Finalmente decayó en la década de 1900.






Sin embargo nos damos cuenta, que es totalmente opuesto al romanticismo, se busca la realidad, todo tiene que ser comprobado, se busca la razón, y tiene mayor peso que cualquier otro, se elimina la poesía, para  ello dentro de sus características  nos damos cuenta, que la observación juega un papel muy importante puesto solo se da conocer lo que se observo, se describe la realidad, no es valido aquello que no sea justificado. 

CARACTERÍSTICAS DEL REALISMO

Teniendo en cuenta que el Realismo pretende reflejar la realidad exterior tal como es, se comprende que el género literario más cultivado sea la novela. Y es este género donde mejor se aprecia las características fundamentales de esta corriente literaria:



   Se atiende más al mundo exterior que ha de ser escrito de manera objetiva y fiel y precisa.
   Los autores se centran en la realidad más próxima, más conocida; como consecuencia se describe la sociedad contemporánea del autor.
   El método utilizado por los autores es la observación directa, toma de apuntes, documentación rigurosa.
  Los escritores reflejan con precisión tanto los ambientes (costumbres, lugares, vestidos, etc.) como los caracteres de las personas.
  Abundan las descripciones.
  La actitud del autor es a priori objetiva e impersonal ya que actúan como un notario o un cronista que por lo general no está presente en el relato. Se suele utilizar el narrador en 3ª persona.
  El estilo suele ser natural y la lengua adaptada a la situación y la condición de vida de los personajes: culta, popular e incluso vulgar.
  Los temas tratados son muy variados: la política, el trabajo, la vida de los barrios bajos, etc.
  La intención puramente estética de los autores románticos dará paso a una intención moralizante y crítica.




Elaborado por: 
Francisco Vargas Crisóstomo 
Lic. Educación Media Superior Intercultural 

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