domingo, 9 de septiembre de 2018

Coplas a la muerte de su padre

Te presento a continuación una síntesis (a mi interpretación) del poema Coplas a la muerte de su padre, del autor Jorge Manrique, las cuales constituyen una de las obras capitales de la literatura española.

I
Recobré la conciencia sobre a existencia misma del Ser, al contemplar el cómo pasa la vida y se diluye en un abrir y cerrar de ojos, y es que en estos momentos es cuando más se añora el pasado, con todos sus sinsabores y todo lo negativo, nos damos cuenta que aún así ese pasado se añora y se quisiera regresar a él.

II
Vemos el presente como algo que se esfuma, al darnos cuenta que el tiempo transcurre rápidamente y se nos va como agua entre las manos; ante ello, mostramos una gran preocupación por el futuro y lo que nos depara.

III
Y es que en esta vida lo único seguro que todos tenemos es la muerte… la muerte es el más justo juez, pues a todos trata por parejo y de ella nadie escapa, no distingue condiciones ni razas, ni edad ni género.

IV
En esta vida mundana, llena de falsedades e ilusiones hay que tener presente la existencia de un Dios, el cual es nuestro faro y guía.

V
Cada minuto de vida es, necesariamente, un minuto en el fallecemos; morimos constantemente, día con día, sin darnos cuenta la vida se nos va a cada paso y en cada instante.

VI
La bondad del mundo reside en el que hace uso de ella, pues recordemos que Cristo vino al mundo para salvarnos de la maldad, pero al mismo tiempo nos dejó el libre albedrío, para que fuese a nuestra completa elección.

VII
Existen muchas cosas mundanas las cuales nos llegan a perturbar, y en la búsqueda del confort y el placer, nos pasamos la vida entera trabajando, olvidando todo lo verdaderamente esencial.

VIII
Es difícil aceptar y darse cuenta que la frescura y la lozanía de nuestro cuerpo desaparecerá, que la firmeza, el color y la fuerza con el paso del tiempo menguarán.

IX
El linaje y la descendencia de sangre azul no importan ante los ojos de la muerte, ni el trabajo más puro y culto comparado con el más vil, ruin y sucio

X
La riqueza o la pobreza de poco o de nada valen, pues ante la muerte no hay diferencias sociales.

XI
Los deseos y pasiones mundanos nos brindan goces efímeros… somos tan vanos y superfluos que nos enfocamos en buscar todo lo terrenal, olvidando lo divino y trabajando en lograr la trascendencia

XII
En esta vida, nos enfocamos en la búsqueda consecutiva de nuestras metas y propósitos, olvidando que el más importante es el ser feliz; vivimos tan aprisa, olvidando lo verdaderamente esencial.

XIII
Gastamos tiempo y esfuerzo en cuidar, preservar y mejorar nuestro físico, olvidando el nutrir y embellecer nuestra alma y nuestra esencia, que son las que realmente perdurarán a través del tiempo y las que nos darán la oportunidad de que nos recuerden por lo que somos.

XIV
Y es que, recordando, a través de la historia, podemos darnos cuenta que quienes perduran en la memoria son personas que han realizado contribuciones a la humanidad, quienes, con sus obras, buenas o malas hicieron algo en su andar.

XV
Dejemos de los demás su gloria y su poder, concentremos en lo realmente valioso, en el aquí y el ahora para poder trascender.

XVI
¿Dónde ha quedado toda aquella gente gloriosa?  ¿Qué ha sido de ellos? Nada que la muerte no pueda borrar y opacar

XVII
¿A dónde van a parar todas nuestras pertenencias? Todo lo que en vida conservamos y añoramos ¿A dónde vamos nosotros después de la muerte?

XVIII
Y es que todo lo que dejas, alguien lo tomará y en su momento de ello se servirá, pero la piadosa muerte también a él se lo llevará

XIX
Todo lo tangible que consigues en esta vida es totalmente efímero y se esfuma con la vida misma, una vez que mueres nada conservas, nada te llevas

XX
El hecho de ser mortal nos pone en la misma sintonía, por más que queramos rehuir a todos nos llegará la muerte un día

XXI
Todos los que conocemos un día se irán, a cada quien le llegará su momento y es inevitable no esperar

XXII
De las personas buenas que traen bienestar y progreso es digno recordarles, porque también un día morirán, dejando su legado a los demás.

XXIII
El legado del ser humano bueno o malo se queda, mientras tú partes a la misma tierra
XXIV
Todo lo que construyes con esfuerzo, todo por lo que luchas y buscas lo dejas en el momento de tu muerte.

XXV
Tus obras se juzgan por sí solas, con el paso del tiempo te pasan la factura.

XXVI
Para algunos serás un héroe, mientras otros te verán como villano, no te preocupes pues ambos tienen el mismo destino.

XXVII
Al igual que los que te antecedieron y marcaron de bien o mal la humanidad, todos fenecieron, el momento les tuvo que llegar.

XXVIII
Y es que todo individuo que ha pisado la tierra ha dejado una huella en su andar, algunas aún se conservan, pero sólo como un recuerdo, pues nadie es inmortal.

XXIX
Aunque no hagas riquezas y seas un simple ser humano, la muerte llega por ti y te toma de la mano.

XXX
Hubo personas que por sus hazañas lograron conquistar batallas y guerras completas, lo cual le significó ganar porciones de tierra o riquezas, más no la eternidad.

XXXI
Personas que lucharon en su juventud, se convirtieron en héroes y en su vejez son tratados como tal, aunque ya ni rastro se note de todo lo que solían lograr.

XXXII
Los reyes y otras personas en su momento se aprovecharon de las personas que les sirvieron, pero el destino del rey no dista mucho del siervo, la muerte es la morada de ambos.

XXXIII
Después de los triunfos y victorias donde se consagraron como héroes llegó la muerte y les ganó la victoria más importante de sus vidas.

XXXIV
Y es que, ante esta guerra, sencillamente nadie la gana, por muy fuerte y valiente que seas, la muerte siempre te vence.

XXXV
Para ese momento es mejor tomar las cosas con calma, estar preparado y pensar que muchas más batallas nos esperan en el más allá.

XXXVI
Según tu creencia hay una forma en que te recordarán tus seres, bien sea con rezos o simplemente recordando tus triunfos, es lo único que perdurará en tus seres.

XXXVII
De todo lo que sembraste es momento de cosechar, las buenas obras se coronan en la tierra y te alientan a otra vida empezar
XXXVIII
Hay que agradecer por todo lo vivido y resignarse al llamado que hace el ser divino

XXXIX
Dios es el único ser capaz de perdonar, todo cuanto hicimos mal

XL
Por medio de Él, nuestros familiares y amigos lograrán consuelo y también por medio de Él lograremos partir sin tanto miedo.


Te invito a que escribas un pequeño texto donde expliques cuál es el tema que el autor expresa en su poema y lo vincules con sucesos de tu realidad

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