Disciplinas
no nucleares.
La
lingüística contiene en su interior un conjunto relativamente amplio de
disciplinas especializadas, cada una de las cuales se ocupa de estudiar un
determinada aspecto del lenguaje o de considerarlo desde una perspectiva
concreta, el lenguaje humano constituye una realidad verdaderamente compleja.
La lingüística como ciencia que tiene como objeto el lenguaje humano, es una
ciencia compleja, formada por un conjunto de disciplinas especializadas que han
ido surgiendo precisamente para intentar
dar cuenta de estos aspectos distintos derivados de la existencia y
utilización de las lenguas. Podemos imaginar la situación de todas estas disciplinas lingüísticas como una serie de
círculos concéntricos, los más exteriores de
los cueles se cortan con los correspondientes a otras ciencias.
Más que las ramas propias de la
lingüística se trata, en realidad de
disciplinas pertenecientes a otras ciencias o alguna tecnología que, por
distintas razones, han de enfrentarse con el tratamiento de las lenguas
humanas. Podemos situar ciertas especialidades de ciencias de tipo biológico que se ocupan,
desde su ángulo propio, de la actividad lingüística. Evidentemente, la
base de nuestra actividad lingüística se encuentra en el cerebro, de ahí que
una importante rama de la Neurología también llamada en ocasiones
neurolingüística, se ocupa de la conformación y funcionamiento de áreas
cerebrales implicadas en el lenguaje, las ramas especializadas de la medicina
ocupada en el tratamiento de los
desórdenes lingüísticos como: afasias,
dislexias, etc.
En autentico ámbito de la
lingüística encontramos las disciplinas que consisten en la aplicación, mediata
o inmediata de los conocimientos adquiridos
en el estudio y análisis de las
lenguas, se trata de una especie de tecnología lingüística, encontramos lo que
en conjunto podemos denominar lingüística aplicada, término que es referido casi
siempre a la enseñanza y el aprendizaje
de lenguas, la esfera más conocida de utilización con una finalidad determinada
de los conocimientos obtenidos en otras disciplinas más próximas al núcleo
de nuestra ciencias. Las disciplinas que
tienen como factor común el hecho de que todas ellas consideran los fenómenos
lingüísticos en sí mismos, se trata de una especie de disciplinas puente (pero
con identidad autosuficiente) entre la lingüística y otras ciencias culturales.
Las lenguas están insertadas en la
cultura de las comunidades que las hablan, de modo que forzosamente han de
expresarla y reflejarla. La antropología
lingüística se centra precisamente en el estudio delas lenguas en el marco
cultural que les corresponde y en la manifestación de las distintas culturas a
través de las lenguas a ellas vinculadas. La
psicolingüística se centra en el estudio de aquellos aspectos de la
adquisición y el uso de las lenguas que se relacionan más directamente con
fenómenos psíquicos o que pueden ser enfocados también como fenómenos de este tipo: la adquisición de la primera y
segunda lengua, procesos de codificación y descodificación, factores psicológicos
de bilingüismo.
La lengua que hablan sus integrantes
es sin duda uno de los factores distintivos más fuertes de una comunidad, tanto en lo que se refiere a
su cohesión interna como en lo vinculado a las caracterizaciones realizadas
desde el exterior. De la relación entre estos aspectos sociales y lingüísticas
surge la disciplina llamada sociología
del lenguaje, se ocupa de las lenguas
y sus variedades situadas en el contexto social en que se desenvuelven (los
problemas planteados por la existencia de varias lenguas en las mismas
comunidad, los sentimientos, creencias y actitudes de los hablantes con respeto
a la lengua que los rodea, que lengua se habla y con quién se habla. La
estilística ocupada en el estudio de
ciertos fenómenos existentes en las leguas y que poseen un valor especial que
trasciende al de la simple comunicación y convierte el acto lingüístico en un
hecho artístico.
Ø Disciplinas
nucleares.
Las
disciplinas centrales están situadas a lo largo de dos dimensiones distintas.
En una de ellas de ordenan las especialidades surgidas como consecuencia de la
complejidad interna de los sistemas lingüísticos, las que so divisiones de la
gramática en sentido amplio (fonética, fonología, morfología, sintaxis y
semántica). En otra dimensión se encuentra aquellas disciplinas que
responden a la existencia de diversas
posibilidades de contemplación de los fenómenos lingüísticos (pero siempre en
sí mismos, como hemos dicho). Podemos estudiar un sistema lingüístico tal como
se nos presenta en un momento determinado (enfoque sincrónico) o bien
considerarlo en su evolución, en su historia
(enfoque diacrónico).
El conocimiento total de un sistema
lingüístico influye forzosamente tanto su situación en un momento determinado
como el camino seguido para llegar hasta ahí, la sincronía y la diacronía son
dos perspectivas posibles e igualmente válidas. El enfoque sincrónico y
diacrónico no estudian fenómenos distintos,
ya que todo sistema es simultánea e
indisolublemente un estado autónomo y resultado de una evolución sin la
cual no existiría. Con todo ello se configuran
dos grandes ramas que son la lingüística sincrónica y la lingüística
diacrónica.
La
lingüística comparada consiste en la comparación de sistemas lingüísticos,
está rama es considerada en la
actualidad más bien como una especialidad ancilar de los estudios diacrónicos,
el método comparativo es utilizado para conocer la evolución de una lengua mediante
el contraste de dos fases distintas de la misma. La lingüística contrastiva la semejanza radica en que ambas
disciplinas se dedican a la comparación de dos o más sistemas lingüísticos, la
diferencia consiste en que cada una de ellas lo hace con una finalidad
distinta, la contrastiva busca precisamente lo diferencial, y además lo hace
con el propósito de resaltar aquellas
áreas de ods o más legua que, resultar
demasiado diferentes en su organización , puede resultar más difícil o más
propensas a provocar incorrecciones en aquello que, partiendo de una de las
lenguas, están aprendiendo la otra. Esto es la lingüística contrastiva puede
ser considerada básicamente como una disciplina auxiliar de la lingüística aplicada a la enseñanza de
lenguas. Posee una cierta autonomía, lo que explica que ya lo hayamos incluido
en este grupo.
El estudio de un sistema lingüístico
determinado exige la individualización de una variedad en sincronía, sintópica,
sinstrática, y sinfásica. Es el terreno de actuación de la dialectología. La sociolingüística se centra en la diferencias existentes en una
lengua o bien el interior de un dialecto, cuando se trata de estudiar las
diferencias diafásicas que se dan en un diasistema o en un cierto nivel de
lengua, estamos haciendo estilística
en un sentido evidentemente distinto del utilizado en el apartado anterior) o
bien es una rama especial de la sociolingüística. La dialectología, la
sociolingüista y la estilística son disciplinas dedicadas al estudio de la
variabilidad existente en el interior de un dominio lingüístico.
La lingüística general y las
lingüísticas específicas pueden estar referido a un sistema lingüístico
determinado o bien ser planteado en general, como algo enfocado hacía todas las
lenguas. La lingüística general es por
ello, el lugar en que la discusión teórica y metodológica cobra todo su
sentido, lo cual no significa por su puesto, que este aspecto haya de ser
sistemáticamente excluido de una lingüística específica. Las específicas
necesitan del marco teórico general en
que se sitúa y organiza el conjunto de los fenómenos lingüísticos. La relación
entre ambos es bidireccional y ha de ser plateada como un flujo continuo de
aportaciones en ambos sentidos.
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