lunes, 21 de enero de 2019

Comentario crítico “Comienzos de la semiótica científica”



La pregunta fundamental del texto estriba en si podemos considerar a la semiótica una ciencia o una disciplina, por ello el autor emprende una labor historiográfica. El título de ciencia goza de un epíteto honorifico, sin embargo el autor emprende una labor de desmitificación  y deconstrucción constante, por ello pone entre comillas la cientificidad  e introduce el termino disciplina para hacer referencia a dichos procesos.
          Podríamos rastrear su origen en Grecia clásica, pero es el periodo medial donde aparece de manera marcada, con San Agustín forma una ciencia del signo como un género alto. Durante los siglos XII y XV el cuerpo doctrinal se ocupa por clasificar y definir las partes de los signos: la gramática, lógica, eran las disciplinas que se estudiaban y entre estas se dibujaban esbozos de la semiótica.  Aún permanecía sin explorar, se encontraban rasgos de su existencia traslapada en las otras disciplinas.
         En la modernidad hizo su aparición bajo el signo del redescubrimiento  y la divulgación de los escritos escépticos que llevaron a una actitud crítica de las corrientes del pensamiento pasadas como la escolástica o recientes  como  el renacimiento. Se produjo la duda generalizada y condujo a la desconfianza del lenguaje  juzgándolo como engañoso para el conocimiento, aparece el proyecto de Bacon que da lugar a los sistemas semióticos para reivindicar las debilidades de la mente humana que los anteriores lenguajes propiciaron, por ello en los siglos XVII y XVIII aparecen sistemas semióticos artificiales, ejemplos: John Wilkins, Francis Lowick, Leibniz que desarrollaron lenguajes filosóficos.  Aunque la creación de lenguajes no fue el único trabajo semiótico que apareció en la época, también se desarrollaron códigos criptográficos y recursos nemotécnicos e intentos por descifrar jeroglíficos, etc.
          Leibniz concluyo que los signos no son meras herramientas externas para expresar ideas, sino que son indispensables para el proceso de pensamiento. Leibniz hasta cierto punto sistematizo la semiótica al decir que los signos no son únicamente necesarios para la comunicación sino también para el pensamiento mismo y particularmente para as cuestiones abstractas y generales. Parece que a partir de Kant se genera una discontinuación del interés de una semiótica filosófica que va a partir del siglo XVIII al surgimiento de las  teorías del lenguaje del siglo XIX.
         Los criterios de la ciencia son movibles a través de la época, los paradigmas se deterioran, tal es el mencionado caso de la teoría de la esferas de Ptolomeo que fue sustituida por el modelo Copernicano. Este cambio no se dio de la noche a la mañana fue un largo proceso de adaptación a un nuevo orden del mundo, en estos dos periodos históricos se da un claro ejemplo de variación en los criterios que sustentan a la ciencia, por lo tanto  aceptar que historiográficamente exista una semiótica científica se vuelve inverosímil y conflictuosa, en su lugar tenemos inquietudes o tendencias semióticas. La cuestión del origen de la semiótica se divide en cuatro preguntas: (a) de acuerdo con criterios del pasado ¿Cuándo llego a ser científica? (b) de acuerdo con criterios actuales ¿Cuándo llego a ser científica? (c) de acuerdo con criterios del pasado ¿Cuándo se constituyó como disciplina la semiótica? (d) de acuerdo con criterios actuales ¿Cuándo se constituyó como disciplina la semiótica? Las cuestiones de disciplinariedad y cientificidad no pueden desligarse y aun las preguntas resultan insuficientes para determinar el estatus de la semiótica.
  
        Para la construcción de una disciplina, el campo de estudio debe desarrollar una identidad propia, esto implica un proceso de diferenciación y especialización, respecto de otras disciplinas. Así como también un trabajo de unificación y homogenización del objeto de estudio que se encontraba disperso en otras disciplinas. Mientras que la cientifización vista como un proceso influyen varias cosas como: la organización del conocimiento, una matriz disciplinaria específica,  y la concesión de estatutos que hacen referencia a la condición social, política, economía que afectan de manera directa al proceso. Esencialmente la institucionalización  implica el establecimiento de una estructura de autoridad legítima que se en geste el interior de una ciencia, los criterios no solo varían de una época a otra sino el concepto mismo de ciencia podemos tener criterios heterogéneos en un determinado momento histórico y tal vez se requiera un modelo homogéneo de ciencia para adaptar la semiótica. Según el texto cinco son los criterios actuales para identificar una ciencia: 1) la tecnificación 2) la formalización 3) la abstracción 4) solución de problemas 5) finalización, resultados. Pero basta por poseer la mayoría para ser parte del nombre de ciencia.
          El término de semiótica en la actualidad  se refiere a un campo de actividad intelectual en pleno y acelerado desarrollo, aun si quisiéramos empatar la semiótica con los criterios anteriores no constituiría una ciencia finalizada porque no sigue un desarrollo teórico determinado esencialmente por objetivos y demandas externas como  el desarrollo de aplicaciones. Entonces podemos decir que la semiótica  no comparte las características de la ciencia contemporánea.  Aunque se podrían adoptar otros criterios en lo anterior solo se contemplan las ciencias naturales no las sociales o se podría exigir nuevos parámetros para catalogar a la semiótica. Parece que la cuestión pierde sentido cuando la exigencia de nuevos criterios son difíciles de establecer porque la semiótica como campo de actividad intelectual aún no termina de edificarse, lo que tenemos son parámetros definidos a voluntad, buscar el origen de una semiótica científica parece no tener relevancia.
          El surgimiento de la semiótica como una actividad intelectual ha tenido un lugar en la historia del pensamiento sin duda alguna, pero aparece subordinada a otras disciplinas o ciencias, tal vez ahí radique la dificultad de poder definirla, la encontramos en casi todas las áreas del saber, la semiótica tiene una carácter imperialista y quizás siguiendo este carácter imperialista se pretenda tener la categoría de ciencia, pues la ciencia goza de status y honores sáciales.
   A través del tiempo encontramos a la semiótica diluida en ámbitos disciplinarios y científicos. En la actualidad  no se puede escapar a la especialización y encasillamiento, es decir, las ciencias ya sean naturales o sociales o una disciplina. Aunque en periodos anteriores se establecían algunos criterios para nombrar a un conocimiento como en este caso la semiótica, tanto las disciplinas como la ciencia se encontrabas diluidas unas con otras.
     


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