viernes, 25 de enero de 2019

LIT. MEXICANA: MANUEL EDUARDO DE GOROSTIZA (TEATRO)

MANUEL EDUARDO DE GOROSTIZA
(Veracruz, 1789- Ciudad de México 1851)



Su nombre completo era Manuel María del Pilar Eduardo de Gorostiza y Cepeda, nació el 13 de octubre de 1789 en Veracruz. A la muerte de su progenitor en 1794, él y su familia se trasladaron a Cádiz, donde inicia estudios eclesiásticos que abandona poco después para dedicarse a la carrera de las armas.
Además de su distinguida carrera como político, Gorostiza realizó una importante labor de dramaturgo, considerado uno de los maestros de la escuela neoclásica hispana, a la manera del dramaturgo francés Moliere, uno de los más grandes comediógrafos de la literatura occidental.

Escribió comedias de costumbres que se proponen divertir, enseñando que lo colocan al lado de Leandro Fernández de Moratín y de Bretón de los Herreros en el cultivo de la comedia neoclásica.
Fungió como capitán de granaderos en la Guerra de la Independencia. En 1814 alcanza el grado de coronel, pero poco después recibe un bayonetazo que le deja encorvada la espalda.
En 1823 se exilió a Londres, donde se relacionó con intelectuales de gran renombre. Desde 1824 cultivó la amistad de don José Mariano de Michelena, que era entonces ministro plenipotenciario de México ante Su Majestad Británica.
Inmediatamente comenzó su carrera diplomática con una misión en Holanda y, más tarde, en 1825, se le nombró cónsul general en ese país; introduce la litografía en México al enviar allí al impresor y carbonario Claudio Linati.
A partir de 1826 fue encargado de negocios de México ante el gobierno holandés y otros más ante Su Majestad británica; además de recibir la encomienda de diferentes cargos y tratados en países como Alemania y Francia, en cuyas actividades transcurrieron 30 años.
El 30 de agosto de 1847, luego de la derrota es hecho prisionero. En sus últimos años se mantiene con su trabajo como impresor, pero lleno de deudas, muere de un ataque cerebral en Tacubaya el 23 de octubre de 1851, al parecer del disgusto que le dieron unos acreedores.
Entre sus obras destacan "Indulgencia para todos" (1816), "Las costumbres de antaño" (1819), refundida después como "La pesadilla" (1833), "Tal para cual o las mujeres y los hombres" (1819) y "Don Dieguito" (1820), en la que ridiculiza la figura del petimetre.
Además de "Contigo pan y cebolla" (1833), parodia burlesca del Romanticismo que es tal vez su obra maestra, "Don Bonifacio" (1835) y "El jugador" (1820), adaptada de Regnard. "Poseía vis cómica" y una elegante prosa, entre muchas otras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario