El romanticismo en Edgar
Allan Poe
La
máxima gloria que en nuestra sociedad del espectáculo pueda otorgarle a un
creador conduce a la Exacerbación de la paradoja, a saber, que alguno de sus
personajes, alguna frase, una melodía u obra plática-rozando a penas el lodazal
del suelo de las distintas épocas- a que un legado suyo, en definitiva llegue a
ser de tal modo apropiado por el público (o a veces transformados por la lógica
del mercado: que llegue a ser presentado y manipulado de modo que le resulte apropiado
al público), hasta tal punto incorporado, después de dar mil vueltas, en el
cotidiano decir y sentir de la gente, que el nombre propio del autor sea: A)
sepultado en el olvido, por difusión de la obra en la opinión común b)
Desconectado de creación (Félix Duque).
Ahora es mi responsabilidad pese a los
riesgos descritos anteriormente, exhibir la conexión tanto de la obra como la
suscripción del autor a la corriente literaria que emergió a finales del siglo
XVIIII. En el canon clásico la estética se cimienta en la perfección producto
de las bellas formas, el romanticismo fisura un poco este canon y explora una
estética de lo ominoso, es decir de lo funesto, lo indeseable.
Nuestro autor se sumerge en las aguas
profundas de este ideal estético, pues al igual que el canon clásico lo que se
espera es producir en el lector o apreciador del arte sensaciones y emociones
fuera de lo cotidiano, sin embargo las experiencias del ser al plano de las
sensaciones primigenias del ser humanos, las emociones reprimidas por la moral
en turno. Uno de los puntos es del romanticismo es precisamente el deseo de
libertad, el deseo de infringir las convenciones y leyes exteriores, nuestro
autor lo hace en dos planos; a) En el exterior al fracturar el canon clásico y
explorar en lo escondido por la sociedad como lo es la maldad, el odio, etc. b)
A nivel textual al infringir las reglas los personajes más allá del deber ser,
en busca de una libertad totalizadora.
Poe hace resurgir el instinto y la
emoción de cada uno de los hombres mediante sus personajes y pone en total
vivacidad la insignia del romanticismo “tempestad y asalto” llevar la emoción
hasta sus últimas consecuencias, sin olvidar la actitud egocéntrica pues el
“yo” se vuelve el centro de cada uno de los relatos.
Para finalizar parece que el discurso nos ofrece capacidad de
análisis, de expresión. La apropiación de un lenguaje es también la apropiación
del mundo, es nuestra arma en contra de la manipulación y la base de la
autonomía del individuo ante su sistema dominante como lo es ahora el
capitalismo y es también el arma con la cual los sujetos pueden ponerse de pie
y exigir que el sistema sea resultado cada vez más de voluntades individuales y
no de la fuerza que amansen para hacer de la sociedad muchedumbre.
Resumen de
algunos de los cuentos…
El gato negro
Narra
una serie de simples acontecimientos
domésticos que causan terror por sus consecuencias. La docilidad y humanidad
del personaje principal lo sorprendían desde la infancia, lo que llamaríamos
hoy en día una buena persona o un buen samaritano que se preocupa por su
alteridad, por los animales, su corazón guardaba una inmensa ternura. El
personaje principal se casó joven, en su esposa encontró una disposición
semejante a la suya, tuvieron animales de diferentes especies, en especial y es
lo que llama la atención un hermoso y sagaz gato negro, en el fondo la esposa del personaje
principal tenia supersticiones en torno a dicho animal. Plutón es el nombre del gato era el amigo predilecto,
sin embargo el carácter del personaje principal sufrió algunos cambios y se
mostraba funesto, iracundo e irritable y cada día mas indiferente al
sufrimiento ajeno totalmente contrario a su persona. Inclusive con su mujer llego a violentarla no
solo verbal sino físicamente, Plutón se dio cuenta del terrible cambio en el
carácter pero aun sentía la consideración suficiente para no pegarle, no
sucedía lo mismo con los otros animales que poseía, pero si crecía su amistad
con el alcohol. Incluso alguna vez parecía que el gato evitaba la presencia de
nuestro personaje que se encontraba completamente ebrio, el gato horrorizado le
mordió levemente la mano para lograr escapar de las manos del personaje
principal, en nuestro personaje se apodero un furor demoniaco al grado de
desconocerse y una ruindad súper
demoniaca saturada de ginebra tomara su lugar, saco un corta plumas de su
chaleco y de forma violenta le saco un ojo. Al amanecer volvió la conciencia a
su cuerpo, el horror no se hizo esperar ante la abominable atrocidad que había
cometido a un ser que lo había amado
tanto pero ahora le huía, pero nuevamente se sumía en los excesos y un espíritu
de perversidad se apoderaba de su ser,
nuestro personaje atormentaba al inofensivo animal, lo ahorco parece que en su
corazón aun aguardaba un poco de remordimiento comprometiendo su alma. La noche
siguiente un grito lo despertó su casa se prendió en llamas; él, su esposa y un
criado lograron escapar quedo en la ruina entregándose por completo a la
desesperación, no estableció relación alguna entre el asesinato a Plutón y el
terrible incendio sin embargo ocurrieron una serie de hechos en cadena que
jugaban con su conciencia y el sentido de lo extra-normal que lo llevaban a
satisfacer su razón de múltiples maneras.
Atormentado
por aquel acto despiadado hacia un ser que lo había amado tanto, adopto un
nuevo gato negro que le recordaba a Plutón, pero este tenía una pequeña
diferencia una mancha blanca en el pecho que desde a la razón de aquel hombre
protagónico no tenía ninguna forma pero poco
a poco toma la forma de la horca, el cariño del gato crecía al igual que
el odio de aquel hombre, solo le inspiraba horror y pánico, y parecía que a su
mujer le agradaba sinceramente. La mujer se comportaba como la más fiel, siempre
tratando de comprender, un día lo acompaño al sótano de un viejo edificio
estando dentro tomo un hacha decidido a golpear al animal pero el brazo de su
mujer lo detuvo, entonces el furor le invadió el cuerpo, nuevamente se olvidó
de sí mismo, de la conciencia de disolvió en miles de sentimientos de odio, una
rabia diabólica incontrolable.
Corazón delator
Aparece
un sujeto como personaje principal, era sumamente nervioso, la enfermedad
agudizaba sus sentidos, era poco tolerable. Una idea desesperada se metió en su
cabeza, pensaba en ella de día y de noche, a cualquier hora del día se
presentaba atormentándolo en la posibilidad de realización. Lo que lo molestaba
era uno de sus ojos de ahí deriva el nerviosismo, uno de sus ojos era lo que
disparaba esa idea pues se asemejaba a un buitre, aclaraba que no estaba loco,
de estarlo no razonaría, una sutil pero definitiva afirmación, lo quería
asesinar, no desistiría en la idea hasta consumarla.
Nunca había sido tan amable con aquel
viejo sino hasta la semana previa al asesinato ¿Cómo ocurrió? Aclaraba que no
era producto de la locura, pues la prudencia con la que actuó iba mucho más
allá. Vigilo sigilosamente al viejo durante más de ocho noches, apenas y podía
reprimir la emoción de su triunfo, el viejo no podía ni siquiera soñar lo que
planeaba. A las doce cuando todo el mudo dormía el entraba poco a poco a la casa del viejo, hasta que al
fin sucedió sus sentidos se agudizaron, el corazón del anciano latía con mayor
violencia, cada vez más precipitadamente y con mayor ruido, el terror del
anciano fue indecible, al fin ceso el corazón del viejo, su ojo de buitre se
apagó. Tomo las precauciones necesarias para guardar el cadáver, fue un acto
perfecto, arranco tres tablas del suelo y deposito los restos mutilados fue un
acto de habilidad y destreza.
Un vecino escucho un grito, los oficiales no
se hicieron esperar, eran tres, nuestro personaje sonrió porque no tenía nada
que temer, se quedaron satisfechos con los modales de nuestro honorable señor, sin
embargo el latido del corazón del viejo lo delato.
Manuscrito hallado en una
botella.
Nuestro
personaje principal tiene poco que decir de su país y familia, el mal trato y
el paso del tiempo lo han alejado de uno y lo distanciaron del segundo. Heredo
riqueza y eso le confinado una educación poco común. La historia inicia cuando
se embarca en la aventura desde el
puerto Batavia en la populosa isla de Java, hacia el archipiélago de las islas
de sonda. Viajaba como pasajero sin más que un profundo nerviosismo que lo
aquejaba como una fiera. Era un precioso
barco de unas cuatrocientas toneladas, con remaches de cobre, según los
informes había sido construida en Bombay con teca de Malabar, llevaba carga de
algodón y aceite de las islas Laquevidas.
Comenzaron el viaje con poco viento y
durante varios días se mantuvieron cerca de la isla, pero poco a poco se
alejaron, en el noroeste una particular nube gris, asilada del resto, nuestro
viajero intento advertir al capitán de las particularidades de la tormenta que
se avecinaba, pero no lo escucho. El barco pronto se inundó, parecía que todos
habían muerto a excepción del viajero y de un viejo, sin embargo no logro
salvarse, al poco tiempo subió a bordo de otro barco salvándole la vida, pero
parecía que nadie lo escuchaba. El barco se encontraba en una corriente; así se
le puede llamar a una manera que
aullando y chillando entre paredes de hielo se precipita hacia el sur con la
velocidad con que una catarata. La desesperación ante la muerte no se hizo
esperar.
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