viernes, 25 de enero de 2019

Estética: relación entre Heidegger, Shopenhahuer y Nietzsche


"Muerte calabacera" Toledo

La estética es la teoría que acompaña al arte, nos obliga a prestar atención a la dimensión sensible como una forma primordial de experimentar el mundo.
      Heidegger se acerca a la estética en su libro arte y poesía  dirigiéndose al origen de la obra artística.  Encuentra una relación de reciprocidad, donde el artista es el origen de la obra y la obra el origen del artista. En este origen poder encontrar la esencia del arte, mismo infiriéndolo  de la obra de arte,  esta obra sabremos que es por esencia del arte.
   Entonces la búsqueda consistiría en encontrar la esencia del arte mismo, pues siguiendo a Heidegger la obra de arte es un símbolo, revela lo otro, justo lo otro es lo que la constituye como obra artística, por lo tanto no es una mera cosa. Entonces podríamos decir que la obra de arte es una cosa que se le adhiere algo otro.
   Así nos adentramos en una cuestión ontológica, las cosas cosificadas y su ser útil. La obra de arte nos lleva a la verdad, a un estado de no ocultación de los entes. La esencia del arte recae en la operación de la verdad del ente y es bello porque crea la belleza, esta pertenece a la estética, mientras la verdad a la lógica. Lo que se capta es la esencia general de las cosas, no de los entes singulares y la verdad es intemporal y supra temporal.
    La verdad existe solo como una lucha entre alumbramiento y ocultación, en la internalización de mundo y tierra (Heidegger, 1988).  En la contemplación encontramos la fusión del sujeto-objeto como una unión mística. Encontramos  lo que hace que el  arte posible como una formula donde la verdad es igual a la creación y la poesía es la esencia, es lo que constituye una obra artística.
       El ser se revela ante nosotros y el lenguaje es su casa, es el lenguaje poético donde se revela la manifestación del ser, es un poetizar el lenguaje ordinario, siendo este el lenguaje originario donde se manifiesta el ser como es.
       El arte es un medio para el despertar de la conciencia histórica de un pueblo, el arte parece ser sacado de un círculo metafísico y  divino para colocarlo a lo humano. Es este el objeto de una vivencia que se queda en el plano de lo estético.
             Al estilo de Heidegger el arte es una anunciación  que genera otras realidades, está íntimamente relacionado con la metafísica. Por otra parte la estética en Shopenhahuer también un toque metafísico,  donde presenta la idea objetivada de la voluntad.  Este autor desarrolla la idea de que el mundo no es más que lo que queremos y pensamos que es, donde las ideas y las percepciones están al servicio de la voluntad, esta es una sola y absoluta, no depende del tiempo ni el espacio. El mundo puede representar múltiples apariencias: pero solo una realidad, la de la voluntad.
          Para Shopenhahuer debemos renunciar al mundo de las apariencias que nos ata y nos condena, es decir, un ir más allá, más allá de la voluntad, de los velos que nublan la mirada. Hay dos vías para poder desatarnos de la voluntad: el primero presentado por el arte y el segundo queda en el plano de la contemplación estética. En este sentido la contemplación artística y una visión mística van en el camino de ir más allá de la voluntad, esta se transformara en “noluntad”, para este autor la verdad la encontramos en la contemplación. Heidegger y Shopenhahuer coinciden en un fondo metafísico para su teoría estética sin embargo siguen caminos diferentes. 
       I Nietzsche  toma un camino distinto y tal parece que él no  toma bases metafísicas, pues para este autor el estado natural del ser humano es su morar en el mundo, el ser en si dentro del mundo, el ser concreto que es. Esta idea de estar en el mundo pretende fundamentar  la verdad en algo más profundo que los fenómenos.
      Para este último autor el ser no puede manifestarse sin traicionarse. La verdad ´no puede manifestarse sin traicionarse, he  aquí el sentido de lo trágico, es decir, lo dionisiaco, la locura se serena por medio de la razón, por los rasgos apolíneos aparecen. Pues el espíritu dionisiaco en su estado puro es insoportable para el hombre. Sin embargo se intermedia por medio de la razón (rasgos apolíneos). 


 BIBLIOGRAFIA
Heidegger, M. (1992). Arte y poesía. (Trad. Ramos S). México: FCE.
Shopenhahuer, A. (2005). El mundo como voluntad y representación. Vol.II, (Edición Aramayo R.).  México: FCE.
Xirau, R. (1977). Introducción a la historia de la filosofía. México: UNAM. Colección: textos universitarios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario