lunes, 21 de enero de 2019

Revueltas y el sentido de la narrativa; construcción de ficciones concientizadoras”


“Y suplicas, lagrimas, tristeza, desesperación soledad absoluta, sentido de lo miserable, todo eso reunía como si tuviese algo de animal que lloraba”[1]

La literatura toma como base el mundo real pero se desenvuelve en lo imaginario, en un todo ficcional creando otra realidad, la literatura contiene un sentido que hace a su interlocutor enfrentarse con su realidad. ¿Alguna vez nos hemos preguntado la función que desempeña la literatura en la cultura? Parece que la literatura específicamente la narrativa guarda el sentido del contexto de producción, una época determinada. La obra literaria se eleva a planos ficcionarios pero no logra desprenderse del todo del mundo factico. La narrativa más que relatos fantásticos te enfrenta en primer instante con la existencia propia y del mundo, aun el tipo de relatos que apelan a lo mágico, maravilloso y mítico, etc. Como lo es el realismo mágico podemos interpretarlo a grandes rasgos como un punto de fuga del contexto histórico del autor.

       Para un curso de filosofía latinoamericana me parece de suma importancia abordar temas que tropiezan con textos literarios porque la filosofía no solo se expresa rígida y argumentada, también puede contenerse en la narrativa, en este caso tome al escritor Mexicano José Revueltas que expresa de una manera contundente  posturas filosóficas en su narrativa que no solo se queda en el ámbito de lo ficcional, sino busca incesantemente un enfrentamiento con lo grotesco para forjar una conciencia y desembocar en acciones.

La narrativa revoltiana traza caminos en torno a las reflexiones relativas al materialismo dialectico. Sus textos se moverán en la forma que opera el materialismo dialectico en la estética. El escritor duranguense  desarrolla una estética materialista que tiene como fundamento dicha teoría pero también corrientes filosóficas como el existencialismo, concepciones religiosas, etc.  las  premisas básicas son:
-La existencia de un mundo exterior autónomo que es independiente del pensamiento.
-El mundo es movimiento, está en un constante devenir, que se caracteriza por su modo de operar que consiste en una constante lucha de contrarios: su equilibrio inestable y ruptura violenta, etc. Que se resume en la transformación dialéctica de la materia.
-La revolución histórica de la reflexión filosófica que consiste en la unión del materialismo con la dialéctica, aparece una filosofía científica que es entendida como instrumento para penetrar en las diversas y diversificadas ramas del conocimiento.
- La dialéctica funciona como una forma concreta de ser la realidad;  en un tiempo y espacio, por lo tanto las verdades absolutas son en el instante, porque debe superarse a sí misma.
-Desde nuestro autor existe una dialéctica en el mundo exterior y otra del pensamiento, este refleja la lucha de contrarios del mundo exterior, los interpreta y los resuelve dentro de la conciencia.
           La estética narrativa desarrollada por nuestro autor es un modo concreto de aprender la realidad y modificarla, por consecuencia es una rama del conocimiento en general, tiene fuertes inclinaciones positivistas. El materialismo dialectico hace posible que la estética se reconozca como un modo de aprender la realidad exterior para interpretarla y transformarla, así lo revela en una de las cartas dirigidas a Vicente Lombardo y Enrique Ramírez. 




               Parece que la dialéctica le confiere una función revolucionaria, su dominio queda anclado a los sentimientos, le corresponde interpretar de acuerdo a las leyes dialécticas porque las interpretaciones que se den quedan fuera del espacio-tiempo. Los sentimientos son mutables al menos históricamente, es el instrumento de relación humana sin el cual se anularía la diversidad en cuestión de comunidades humanas, nuestro autor no solo habla de la literatura como obra de arte sino plantea una teoría estética en general.
         La obra de  arte refleja sentimientos condicionados por la época y dichos sentimientos son acomodados de cierta manera, de acuerdo a ello se actúa.  La reflexión puede ser vasta pero en ningún momento puede dejar de ser dialéctica. La estética es una lucha  por restablecer lo objetivo que reviste el contenido, es conocimiento de fenómenos del mundo exterior.






[1] Revueltas, J. El luto humano. 70 pp.

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